Hijos de la tierra – Nil Moliner

Escuchar, juzgar y actuar



Generalmente, cuando se nos pregunta por una canción que nos recuerde a Dios, pensamos en canciones profundas, pausadas, que nos transmitan un sentimiento de tranquilidad suficiente como para fijar toda nuestra atención en su presencia. Pero ¿por qué no pensar en una canción llena de ritmo, alegría y buen rollito como “Hijos de la tierra” de Nil Moliner?

En esta canción, el autor nos habla como un verdadero mensajero del Señor, en primera persona y sin rodeos. Mediante un acompañamiento musical energizante y una letra muy positiva, nos presenta a Jesús como un amigo en quién confiar cuando los días grises acechan.

Al principio, nos anima a seguirle y a buscarle, a hablar con Él y a ser lo suficientemente valientes como para pedirle ayuda, sabiendo que Él nos comprende y que trata de sacarnos de la tristeza en la que a veces nos vemos sumidos.
Al mismo tiempo, alega que los días malos son necesarios para aprender, avanzar y apreciar los buenos, ¿alguna vez te lo has planteado de esta manera?
Para acabar, nos recuerda que esto no será fácil, pero que es posible si vamos de la mano de Dios; y que, al conseguirlo, Él también estará allí para celebrarlo.

Te recomiendo esta canción para esos días en los que no te encuentras demasiado bien, en el que hayas perdido la esperanza o la rutina y el agobio estén a punto de ganarte la partida.

Es una manera inmejorable de parar, coger aire, recargar las pilas y volver a caminar hacia nuestro objetivo prioritario en la vida: ser felices.

Con la actitud positiva que nos transmite, podremos volver a afrontar la vida con una actitud mucho más positiva, sabiendo que caminamos acompañados.
Además, el ritmo alegre del estribillo se pega con facilidad a las piernas y ¡un baile no le hace mal a nadie!

Nahia Estébanez Gastón
ACG-Joven
Diócesis de Vitoria

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