COMPROMISO DE TOLERANCIA CERO FRENTE A CUALQUIER TIPO DE VIOLENCIA O ABUSO
En la Acción Católica General trabajamos para que los laicos de todas las edades, infancia, jóvenes y adultos, encuentren espacios de comunión y crecimiento en la fe dentro de sus parroquias y sus diócesis, que les permitan llevar a cabo la misión de anunciar a Jesucristo y hacer realidad el Reino de Dios allí donde viven y están presentes.
En este sentido, prestamos atención especial al cuidado de los niños, niñas y jóvenes, así como de las personas más vulnerables, colaborando en su formación y maduración e impulsando su compromiso dentro de la sociedad, así como el desarrollo integral de los más necesitados.
Somos conscientes de la necesidad actual de crear dentro de la asociación, y de la Iglesia, espacios claros de protección para los menores y personas vulnerables o que se encuentran en situación de vulnerabilidad, que fomente el buen trato y permita el cuidado mutuo de todos los miembros; y donde las personas que viven la fe y participan en nuestra asociación lo hagan en un ambiente seguro, libre de violencia y de abusos. Es un derecho por su parte y una obligación y responsabilidad por la nuestra.
En consonancia con la normativa de protección a la infancia y la adolescencia, compartimos la necesidad de:
- Promover medidas de sensibilización y prevención para rechazar y eliminar la violencia sobre la infancia y la adolescencia, impulsando su detección precoz.
- Reforzar los conocimientos y habilidades de niños, niñas y adolescentes para reconocer la violencia y reaccionar frente a la misma, así como para ejercer su derecho a ser escuchados y tenidos en cuenta en contextos de violencia para ellos.
- Garantizar la reparación y restauración de los derechos de las víctimas.
- Garantizar la especial atención a los menores que se encuentren en especial situación de vulnerabilidad.
- Superar los estereotipos de cualquier carácter.
- Garantizar una actuación coordinada y colaboración constante entre las distintas Administraciones Públicas y los profesionales de los distintos sectores implicados.
Hacemos extensivos estos principios a la protección de otras personas vulnerables o que se encuentran en situación de vulnerabilidad.
Y además por coherencia con la fe que profesamos:
- Creemos en la igualdad y dignidad de las personas: “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó, varón y mujer los creo.” (Gén 1, 27)
- Creemos en que las personas son el centro de nuestra tarea: “El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado.” (Mc 2, 27)
- Creemos en vivir el amor verdadero y promover la felicidad de las personas: “En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os amáis unos a otros”. (Jn 13, 35)
- Creemos en la defensa y protección de los más pobres y vulnerables: ”En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis.” (Mt 25, 40). “Al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le colgasen una piedra de molino al cuello y lo arrojasen al fondo del mar”. (Mt 18, 6)
- Creemos en la paz y en una respuesta desde la no violencia: “Habéis oído que se dijo: “Ojo por ojo, diente por diente” Pero yo os digo: no hagáis frente al que os agravia.” (Mt 5, 38)
- Creemos en la verdad y en la libertad de las personas: “Si permanecéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos; conoceréis la verdad y la verdad os hará libres.” (Jn 8, 31-32)
Por ello, estamos trabajando en disponer de un modelo integral de protección, basado en la participación y el consenso de todos los miembros de la asociación, y que permita integrar un programa de prevención de abusos y comportamientos inadecuados, que eduque en el respeto, la libertad y el empoderamiento de las personas, creando una cultura sensible para detectar el abuso y el maltrato.