Entrevistas III Asamblea ACG: Mons. Atilano Rodríguez

Mons. Atilano Rodríguez
Obispo de Sigüenza-Guadalajara




 

1.- Por favor preséntese, ¿quién es?, ¿de dónde viene?
En la actualidad soy el Obispo de la diócesis de Sigüenza-Guadalajara y vengo de una pequeña aldea de Asturias, en las estribaciones del Puerto de Leitariegos, en donde he venido a este mundo, he recibido el cariño de mis padres y he dado los primeros pasos en mi formación en la escuela del Pueblo.

2.-¿Pertenece a Acción Católica o forma parte de alguna asociación eclesial?
He colaborado a la implantación de la nueva Acción Católica en Asturias y he sido, durante nueve años, Consiliario Nacional de la Acción Católica por encargo de los Obispos españoles.

3.- ¿Ha tenido la oportunidad de profundizar en el material ‘Laicos de parroquia caminando juntos’? ¿Qué le ha parecido?
He leído el material “Laicos de parroquia caminando juntos”. Quiero, en primer lugar, felicitaros por su presentación, contenidos y método de trabajo. En segundo lugar, considero que estos materiales son un excelente servicio a la Iglesia Española, a los Obispos, sacerdotes y cristianos laicos, para entender el momento actual de la Acción Católica, para estimular el asociacionismo laical y para impulsar la actividad pastoral en las parroquias, desde la comunión misionera y la corresponsabilidad de todos los miembros del Pueblo de Dios. 

4.- Nos hemos propuesto caminar con los laicos de parroquia para generar una cultura vocacional que nos lleve a ser discípulos misioneros, ¿dónde cree que deberíamos poner mayor fuerza y hacia dónde considera que podríamos avanzar?
Considero que es imprescindible favorecer el encuentro personal y comunitario con Jesucristo de todos los miembros de la comunidad cristiana. Si falta esta relación con el Señor, será imposible vivir con gozo la misión y descubrir que el fruto de la misma es obra de la acción del Espíritu en nosotros y en el corazón de los hermanos.

5.- Nos planteamos dos retos fundamentales para nuestro encuentro con la sociedad de hoy: El diálogo con la increencia y el desarrollo de una ética común, ¿cuál piensa que es el papel de las parroquias en estos dos retos?
La parroquia para responder a estos dos retos tiene que centrar especialmente sus esfuerzos en los procesos de formación activa y participativa de todos los miembros de la comunidad cristiana. Sólo, desde la complementariedad de la espiritualidad-formación será posible ofrecer el Evangelio como la mejor noticia para el hombre de hoy y acercarse a las periferias para que los indiferentes o los alejados experimenten el amor de Dios a través del testimonio cristiano.  

6.- ¿Cómo cree que podemos conseguir una implicación coherente de los cristianos en el mundo del trabajo, la familia, la política, la cultura?
Considero que la implicación de los cristianos en estos distintos ámbitos de su existencia debe nacer de la unión fe-vida. El gran pecado de la disociación entre la fe y la vida, ya denunciado por el Concilio Vaticano II, no ha sido superado. Por ello, debemos incidir mucho en que la celebración y la confesión de la fe en Jesucristo nos exige ser transparencia de su amor y de su salvación en los distintos ámbitos de la vida.

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