Mons. Mario Iceta,
obispo de Bilbao




 

1.- Por favor preséntese, ¿quién es?, ¿de dónde viene?
Ejerzo el ministerio como obispo de Bilbao.

2.-¿Pertenece a Acción Católica o forma parte de alguna asociación eclesial?
No pertenezco a ninguna asociación eclesial.

3.- ¿Ha tenido la oportunidad de profundizar en el material ‘Laicos de parroquia caminando juntos’? ¿Qué le ha parecido?
Me ha parecido un buen material, tanto por el contenido como por la pedagogía que ofrece. Pienso que puede ayudar a revitalizar la vida parroquial y a que los laicos respondan con generosidad e ilusión a la propia vocación a evangelizar, que procede de su propio bautismo.

4.- Nos hemos propuesto caminar con los laicos de parroquia para generar una cultura vocacional que nos lleve a ser discípulos misioneros, ¿dónde cree que deberíamos poner mayor fuerza y hacia dónde considera que podríamos avanzar?
Pienso que necesitamos una profunda experiencia de Dios para ser conscientes de nuestra propia vocación y nuestra llamada. Esto acontece en el contexto familiar y eclesial, y en la parroquia como comunidad de comunidades y familia de familias. A partir de esta experiencia personal y comunitaria, descubrimos la llamada a dar testimonio del Evangelio en aquellos ambientes donde nos movemos, así como en llevarlo a las periferias existenciales de diversas pobrezas que nos rodean, tanto materiales, como personales, familiares y espirituales.

5.- Nos planteamos dos retos fundamentales para nuestro encuentro con la sociedad de hoy: El diálogo con la increencia y el desarrollo de una ética común, ¿cuál piensa que es el papel de las parroquias en estos dos retos?
Estamos llamados a dar un testimonio humilde pero también audaz, creativo y esperanzado de que es Cristo Jesús quien responde a los anhelos más profundos del corazón humano y que en él la humanidad puede encontrar caminos de auténtico progreso, edificando una casa común que sea lugar de encuentro con Dios y con los hermanos. La parroquia es el lugar donde experimentamos la presencia de Dios, la comunión de los hermanos, y donde se nos ofrece la Palabra y la Eucaristía. Por eso la parroquia es lugar de encuentro y de testimonio, un lugar donde encontrar vida y generar vida para los demás.  

6.- ¿Cómo cree que podemos conseguir una implicación coherente de los cristianos en el mundo del trabajo, la familia, la política, la cultura?
Ante todo, pienso que debemos ser conscientes de la llamada a evangelizar. Tenemos muchos planes pastorales pero nos faltan personas realmente convencidas y apasionadas por una evangelización audaz y confiada en la llamada de Dios, que es el artífice de toda evangelización.

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